¿Qué se ve de aquel lado, compañero?...
pregunto desde esta orilla, te acordás?
el calor temprano de setiembre
nos empapaba la sombra,
y el barro era un arma blanda
y una isla de héroes asadores escondidos
y el vino adolescente inaugurando sinrazones...
y ahora.... allí mismo una astilla de mi sangre
se moja los diminutos pies, y el sol por un instante
tiene algo de aquel sol
¿cómo pasó todo? ¡Cuánta corriente!
Cómo se ve desde tu orilla compañero?
esa orilla a la que no me llevan
ni un millón de brazos cansados,
ni siquiera esta lágrima que me empuja
Qué pasó? qué hubo en lo profundo
de ese día de naufragio....
¿ves esos peces tímidos que imitan la luz?
¿te da el sol (algún sol, no sé) en la cara?
¿tenés los brazos cansados todavía?
¿qué hay de toda el agua que navegó en la piel?
¿en cuál humo de tantos se te entremezcla la risa?
¿qué amores de viento golpean tu puerta con la luna?
Acá, viste cómo es, todo duele y golpea.
A veces alguien te sonríe entrelíneas
y es un golpe en el agua.
A veces todo está seco, como ahora
y me voy a esta orilla en la que sangro...
pero seguimos... aunque el agua se escapa siempre,
¿qué se ve compañero de aquel lado?
quizás un día también te lo pregunten
esas dos gotas de río que dejaste.
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