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AMIGO (abrigo, artilugio contra el frío)

 Hoy me quedé sin tu abrigo amigo, artilugio estoy nevado por el frío de tu ausencia no comentarás nada aquí porque descansas para siempre de esta dolorosa vuelta al sol que nos marcó la sangre la copa del brindis se ha roto se ha vuelto cielo oscuro entre planetas         Hoy tengo frío amigo sin tu abrigo sólo me queda el confort de saber que tu dolor se ha vuelto luz hacia allí vas, a la luz, donde perteneces porque aún aquí en nuestro páramo de sombras eras luz. Te abrazo y me abrigo aquí con el artilugio de tu recuerdo merodeando estos sitios de mis letras.   buen viaje a la luz amigo-abrigo-artilugio contra el frío. a Mario Edelmiro Vasconi y su luz que sigue en alto. https://cuatrobulevares.blogspot.com/2009/07/homenaje-al-maestro-amigo-abrigo.html

Te vi los ojos de farol...

Te vi los ojos en la ruta a la noche,
eran dos faros de camión con una luz negra en el costado
y mi corazón también era luz negra,
sonreías quizá, te vi de cerca...
no me asustas, te comprendo,
no te miro con desprecio, me preocupas
no me quitas el sueño,
no te odio ni me quiero vengar.
Te vi los ojos de cerca,
¿tuviste ganas de besarme?
o quizás de asestarme un golpe como aquellos
esos que te he visto dar,
no te había visto la cara aún
pero te vi las manos y lo que hacen
te vi golpear terrible, empezar por los pies
y un mes fue suficiente pero eterno.
Vi también tus ardides para enamorar
y un par de almas cercanas te besaron al final
El beso que condena, el beso final...

Te vi brillar la mirada,
te ví reir en los ojos del miedo
del que tenía el volante,
te oí en el chiste para pasar los nervios
advierto tu olor a noche, te conozco
¿querés hacerte ver? ¿que te sepa cercana?
¿por eso abrazás un par de viejos vecinos?,
¿por eso rondaste la madre alguna vez?
...estoy aquí, ni temo ni espero, sólo te miro
pasando cerca con curiosidad
desde la profunda oscuridad del campo
desde la serpiente vulgar y luminosa de la ruta

sólo espero, la cercanía del extaño 46
y su obstinada presencia en cada rincón inesperado
la cifra que me circunda ¿es tu señal? ¿es la mía?

te vi los ojos en la ruta enceguecida
como ninguna de tantas rutas
de tantos años
ahí estás siempre esperando
con tus ojos de faro de camión adormecido
y la negra luz del corazón
en un costado.

"no perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desantenta...." Miguel Hernández
yo sí Miguel, yo sí.

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