Que ves en la corriente?
más allá de los remolinos;
las tormentas que han pasado,
los peces de otros días, las risas que añoro...
las muertes que no quise.
Adónde van los remolinos?
allí mismo donde todos,
a disolverse en el puro infinito de la sombra
a buscar al padre de la pesca
al marinero que cada tanto vuelve.
Quién confundirá a los peces?
un poco los remolinos y otro poco
mi sangre correntosa, hinchada de otros soles
buscando siempre una nota mejor
para volverla estrella.
Llegarás con tu arteria marrón
a adormecer la tarde de otras playas?
llegaré como el río a cortarme en la sal
y a golpearme el amor con extrañas arenas de milenios.
Has buscado en la arena?
he nombrado las huellas de otros llantos,
una a una,
he callado, y escarbado hasta encontrar la risa
y tomarla como a un pez imposible
que resbala al regreso, a la sombra que duele.
...he llorado y he vuelto a reir como quien pesca
y regresa sus piezas para que nunca acaben,
y hoy, acá en la corriente, soy un pez y un remolino,
y he lavado mis muertes, refrescado mis risas.
Soy la sombra fugaz del benteveo
que adivina en los brillos su esperanza...
eso veo en la corriente,
el fulgor de la luna que alimenta a los duendes
el ayer y el mañana de mi piel que se estira,
y la risa del día venidero,
la risa, sí, eso veo aunque llore
y aunque lloren los sauces.
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