Era esbelto y veloz en el tablero
volaba en diagonales y volvía
y atacaba desde lejos como un cazador con mira
pasaba entre la multitud y asestaba
mi golpe o mi amenaza
Acá estoy
no entiendo mucho, algo pasó
acá donde estoy no hay casillas
no tengo rutas de diagonal
no veo a quién sorprender con mi velocidad
le pregunté a un par de peones y un caballo
que no sé de qué color son
aunque ya no importa
me han dicho que tampoco entienden nada
de repente estamos quietos y esperando
ya no hay caminos ni reyes que atacar
veo la multitud borrosa, de costado
me olvido de a poco de quién fui
sólo recuerdo que estaba al lado de mi Señor, o Señora
acá donde estoy no hay derechas ni izquierdas
ya no entiendo el significado de las direcciones, de la distancia
ni del color mío, ni de ningún color
todo es gris,
todo es niebla
nada es color, nada es dolor...
Uno de los peones dice
que si un compañero llega lejos
podría volver a mis diagonales
pero sería raro
Acá estoy
donde no hay nada
sólo olvido
la niebla y la noche de la nada
me cubren lentamente
yo fui veloz, exacto y limpio.
No sé si tengo fuerzas
porque ya no vuelo en diagonales
porque ya no hay diagonales
ni casillas hay
sólo una multitud borrosa
en un costado
veo la multitud borrosa, de costado
... de tan inmóvil que estoy
no llego a ver a quienes llegaron recién
creo que una señora poderosa
y creo que en el tablero cayó un señor
no sé de qué color
ya no me importa.
a la memoria de mi pieza preferida desde la niñez
Comentarios
Su acción temprana, diagonal y final se convirtió en el espacio donde otros y otras jugaban su poder y su tiempo sobre el monarca desabrigado.
Su corta carrera terminó en las afueras donde arrastró consigo colegas y contrarios. El gozo de verlo quieto y triunfante, el atrevimiento de inmolarse para cambiar su realidad y la de los suyos. La memoria de ser la partida del alfil de mi bando.
¡Cómo queremos que su ejemplo cunda!
Amigo Mario, lo has tomado por el lado heroico, el lado de acá, aunque desde el título se aclara que lo de acá ya pasó, porque el fuera de juego, el ya no estar es lo central. El desconocido e indescifrable lado de allá, donde ya no importan las direcciones ni los colores (en realidad nadie lo sabe) a mí me atrajo desde siempre, creo que por simple curiosidad. Y en cuanto al lado de acá, lo que pienso y dejo traslucir acá y cada tanto, es que el juego, siempre vuelve a otra partida donde todo más o menos se repite, con variantes y matices, pero se repite; unos ganan, otros pierden, para finalmente empezar nuevamente, eternamente... eso ya a estas alturas no me despierta la más mínima curiosidad.
Bueno, si lo ha tomado de ese modo está perfecto, uno escribe algo y el resto lo toma cada uno a su modo, y atado a su postura ante todo. Y eso es absolutamente válido. Simplemente lo aclaro para que se entienda que cada cosa que uno escribe, o finalmente, cada cosa del universo es susceptible de infinitas miradas. Un abrazo!
Amigo José, se ve que los dos seguimos siendo gente que no está loca, no... pensamos al revés. Va por ahí la cosa. Me burbujeó eso de los pensamientos que van chispeando dentro de otros... me burbujeó como las esferas que suben por una bebida amarilla y se vuelven espuma blanca. Abrazo!