Ir al contenido principal

Destacados

Nito

 ...tus ojos eran dos soles negros  en la madrugada y nos dijeron adiós dos pares de manos sostuvieron tu cabeza mi hijo y yo dejé que el sol del mediodía te calentara el cuerpo frío y un pozo de veinte minutos te recibió en sus brazos me han golpeado dos soles negros con potencia de boxeador experto anduve grogui todo el día ando en la niebla del dolor ando en la niebla del silencio ya no está tu voz de bisagra oxidada ni tu cercana espera, siempre al borde de mis pies todo parece un sueño y cada vez que despierto  entiendo que no lo es. quizá un día nos volvamos a ver.  ¡Buen viaje compañero!. Siempre te extrañaré. las cenizas de la Ñata, tu dueña original, señalan el lugar donde reposas; la Nita, tu compañera de casa mira el silencio donde duermes... y yo con nubes de lágrimas no sé qué mirar ni qué escuchar. 

Estilóbato 2025. La segunda resistencia.

 Allá por el 2001 me dijeron que empezó.

Año terrible como el que vino después. 

Yo no estaba, nació mi hijo (con el Lecop... me casé con el Lecor... )

llegué al final cuando cerraba... siempre tarde el tipo.

Pude ser parte de sus madrugadas ( Colón tinto). Cuando la nieve fue señal de despedidas.

Una noche, siete u ocho años después, por esas  vueltas de la vida, volví a estar allí mismo








donde viví tantos remolinos...( y Aquellos cantos)

y hoy, más de quince años después y en medio de un desastre parecido a aquellas épocas

me pregunto: ¿Podría ser posible que la nave Estilóbato prenda sus luces?.

Pues hoy como entonces, la miseria arrecia, y hay necesidad de verse las caras y escucharse,

es una urgencia humanitaria.

Los locos que gobiernan tienen esa facultad: ser el abono, aportar los desperdicios de los que se nutre el arte. Ningún artista iluminado y célebre vino de clases acomodadas ni de la nobleza (¿casta?). 

Después del Estilóbato las cosas se fueron acomodando, hasta que la estupidez empezó a tomar las riendas nuevamente. 

Falta poco para llegar al fondo. 

En nombre de muchos lo pido.: Estilóbato 2025. ¡Lindo número para renacer!




Esa noche volví al patio, y volví a confirmar que al fondo, por la calle San Luis, a esa altura... yo estuve viviendo allá por el 68, un niñito de jardín de cinco.


Ni la historia ni la esperanza tienen límites.

Comentarios

Entradas populares