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AMIGO (abrigo, artilugio contra el frío)

 Hoy me quedé sin tu abrigo amigo, artilugio estoy nevado por el frío de tu ausencia no comentarás nada aquí porque descansas para siempre de esta dolorosa vuelta al sol que nos marcó la sangre la copa del brindis se ha roto se ha vuelto cielo oscuro entre planetas         Hoy tengo frío amigo sin tu abrigo sólo me queda el confort de saber que tu dolor se ha vuelto luz hacia allí vas, a la luz, donde perteneces porque aún aquí en nuestro páramo de sombras eras luz. Te abrazo y me abrigo aquí con el artilugio de tu recuerdo merodeando estos sitios de mis letras.   buen viaje a la luz amigo-abrigo-artilugio contra el frío. a Mario Edelmiro Vasconi y su luz que sigue en alto. https://cuatrobulevares.blogspot.com/2009/07/homenaje-al-maestro-amigo-abrigo.html

El Estilóbato II -Colores



Volví a pasar por la calle Tucumán 842 (ex-Estilóbato), como aquel día, que creí encontrarme con demolición o un nuevo edificio en lugar de aquella casa, que a la noche tenía el color del corazón...... pero no, ahí está aún.... no sé que es peor, sólo sé que me vuelve a atacar un remolino de recuerdos como colores de un millón de tormentas....





Colores


A la casa roja

le pintaron de amarillo el corazón…

¡tan prolijo y perfecto!

una hamburguesa de Mc Donald

¿tan insípido tal vez?



Según dicen, la muerte

monta un caballo amarillo…

yo lo escuché galopar un año blanco,

cuando la nieve

fue señal de despedidas.

Me abrigué con el escudo de siempre:

esa guitarra esmaltada de arena

que ya no es tan inocente,

y con una espada de palabras;

dorada por decenas de otoños,

defendí mi playa de tanto viento gris.



Los pintores de la muerte;

que recorren madrugadas

de azules bulevares mal teñidos de naranja,

tal vez me anden buscando

y CAPturado me condenen

por teñir de tinto un par de veces

las baldosas de una casa perfecta y amarilla

(sol de mentira en un papel cualquiera),

por blasfemar contra esa luz que no es luz

del bulevar…



¡Qué le voy a hacer!

yo no tengo pincel, sólo guitarra y palabra,

y ésta sangre-tinta hecha de río

que cada tanto desborda…

creciente roja al final, como la casa.



Rojo sobre amarillo, volverá mi corazón azul marino (marinero)

Lleno de grietas…imperfecto y sombrío

como un viejo bulevar.

Rojo sobre amarillo… anaranjado…

rayo verde (esperanza dicen…) sobre el mar

de la memoria más celeste…

¡amanece!

(…sí hijo, el corazón es rojo.)




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