Ir al contenido principal

Destacados

Hoy me falta un cumpleaños...

 Hoy hubiéramos empezado a mandarnos mensajes y organizar cómo encarar la semana, analizando qué animal sacrificar para las brasas, eligiendo qué bebidas serían adecuadas, en calidad y sobre todo en cantidad... hoy estoy extrañando todo eso... Aún me cuesta creer. Aún me duele hasta el aliento. Esta canción salió hace rato, pero pude llegar a grabarla hoy mismo, porque recién hoy que me quedé sin tu cumple, pude cantarla sin llorar.¿Será el fresco repentino del clima?¿serán los aires de revolución que están empezando a amanecer?,¿será el vino o el fernet? ... no lo sé, pero aquí está  Las dos orillas    La niñez que nunca perdimos hace la plancha en el río mirando a las dos orillas porque sabe que habrá un guiño desde cualquiera. La niñez que flota y deriva busca tu luz en orillas siguiendo caminos de humo ruta azul del infinito que nunca olvida. Ayer es siempre en la memoria aunque el hoy se haya roto mañana veré tu orilla desde el guiño del humo a tu brasa que alum...

Un amigo poeta

Mario Vasconi es ingeniero, acostumbrado a los cables, los voltajes y las fórmulas; mas tiene blando y trasparente el corazón. No digo esto sólo porque es mi AMIGO en el rio, en la risa, en la pena, y en millones de fogatas, y hectolitros de tinto (y alcoholes diversos), sino porque es capaz de escribir muy bellamente, con lo siguiente doy fe:

SILENCIO

Mi silencio contiene ruidos del alma contra el amor.

Equilibra vacilaciones del pensamiento sin apoyo.

Humedece invenciones en ciernes, prohibidas.

Mi silencio resume ensayos de felicidad

resueltos en algunas sonrisas,

solas y lejanas a mí,

como estocadas al dolor,

esporádicas y difíciles,

destellos de muda locura.

Mi silencio acepta la música, la adora.

Mi silencio está creciendo con pies sin huella.

Es intangible e inaudible,

como buen silencio amigo.

Quise saber su tamaño:

mide al menos una noche de largo

por un océano de largo

por un cielo de largo.

En cuanto al ancho, sacando mi alma,

queda casi la nada.

La altura de mi silencio fue así:

corrupta e invariablemente despareja.

No me manejo bien con ella,

ya no la necesito…

ni la extraño,

aunque la amaba.


Buenos Aires, 23 de mayo de 2008

Mario Edelmiro Vasconi


Comentarios

Entradas populares